A las faldas del Gran Volcán
Hablar de Colima implica hablar del volcán y ahora es el momento, ya se han despedido las lluvias y predominan los días despejados en los que impone la presencia del gran Volcán de Fuego al norte de la ciudad. Gracias a la asignatuda de Fenómenos Hidrometeorológicos hemos podido pasar una noche a las faldas del volcán
El ambiente en la ciudad está más inquieto que lo habitual respecto al volcán: circulan mails de fotos y posibles catástrofes y en la calle es un tema muy recurrente. Lo llamativo es que por encima del cráter sobresale una cúpula de material rocoso (domo) que lleva tres años creciendo y actualmente cubre el 80% de la superficie del cráter.
Ahora, según los expertos, el domo está a punto de destruirse. Así lo explica Juan José Peral Lozano, mirando las fotos del domo: “Esto va seguir creciendo pero ya da la sensación de que no puede crecer mucho más, está muy inestable. Seguramente se formaran coladas de lava y seguidamente habrá grandes explosiones que destruyan el domo y volveremos a tener un cráter como antes, vacío. Entonces, empieza el periodo explosivo del volcán”.
Por tanto, la actividad del coloso tiene dos fases: la primera del periodo efusivo, formación de domo y coladas de lava; y después, el periodo explosivo, explosiones grandes que destruyen el domo.
Lozano, ingeniero geólogo y maestro en ciencias de la tierra con especialidad en vulcanología advierte que hay que ser conscientes de que del peligro, “siempre hay peligro en este volcán, es bastante activo, ahora, se considera el volcán más activo de México”. Pero no es alarmante, incluso desde el Observatorio Vulcanólogico de la Universidad de Colima afirman que la actividad actual del volcán “no representa un riesgo para la población asentada en rededor del volcán”.
La presencia del Volcán de Fuego
Más de uno piensa que el riesgo del volcán se compensa con su belleza. “Es muy bonito, y es muy poco conocido, sobre todo, para la actividad tan llamativa que tiene. El entrono… Colima, pequeñito, con sus palmeras y el volcán ahí, es como una postal”, explica Peral. Además, desde siempre ha marcado la cultura colimense, leyendas, explosiones, exageraciones, son parte de ellos, todo el mundo habla del volcán. “Está en la mente de la gente constantemente, porque lo tienes ahí, vas paseando por la ciudad y lo visualizas constantemente y además en invierno con el otro volcán (El Nevado de Colima) que en ocasiones se cubre de nieve, es espectacular”.
Está situado a unos 30 km al norte de la ciudad de Colima, dentro del complejo volcánico de Colima, que comprende dos volcanes, el nevado de Colima, que es inactivo y el volcán de fuego. En los días despejados es impresionante ver los dos volcanes en fila, mirando a la ciudad.
Y si el volcán implica un riesgo, hay que advertir que no es el único: El estado de Colima tiene “todos los riesgos geológicos y meteorológicos posibles”. En Colima está muy presente el riesgo sísmico, ha habido grandes terremotos como el del 2003 de 7.6 en la escala Richter. Además entran tormentas tropicales y huracanes por el pacifico. Necesariamente, en Colima la gente vive más consciente de los riesgos que se escapan de las manos del hombre.
fotografía: Juan José Peral Lozano