12/15/2009


A las faldas del Gran Volcán
Hablar de Colima implica hablar del volcán y ahora es el momento, ya se han despedido las lluvias y predominan los días despejados en los que impone la presencia del gran Volcán de Fuego al norte de la ciudad. Gracias a la asignatuda de Fenómenos Hidrometeorológicos hemos podido pasar una noche a las faldas del volcán
El ambiente en la ciudad está más inquieto que lo habitual respecto al volcán: circulan mails de fotos y posibles catástrofes y en la calle es un tema muy recurrente. Lo llamativo es que  por encima del cráter sobresale una cúpula de material rocoso (domo) que lleva tres años creciendo y actualmente cubre el 80% de la superficie del cráter.
Ahora, según los expertos, el domo está a punto de destruirse. Así  lo explica Juan José Peral Lozano, mirando las fotos del domo: “Esto va seguir creciendo pero ya da la sensación de que no puede crecer mucho más, está muy inestable. Seguramente se formaran coladas de lava y seguidamente habrá grandes explosiones que destruyan el domo y volveremos a tener un cráter como antes, vacío. Entonces, empieza el periodo explosivo del volcán”.
Por tanto, la actividad del coloso tiene dos fases: la primera del periodo efusivo, formación de domo y coladas de lava; y después, el periodo explosivo, explosiones grandes que destruyen el domo.  
Lozano, ingeniero geólogo y maestro en ciencias de la tierra con especialidad en vulcanología advierte que hay que ser conscientes de que del peligro, “siempre hay peligro en este volcán, es bastante activo, ahora, se considera el volcán más activo de México”. Pero no es alarmante, incluso desde el Observatorio Vulcanólogico de la Universidad de Colima afirman que la actividad actual del volcán “no representa un riesgo para la población asentada en rededor del volcán”.


La presencia del Volcán de Fuego
Más de uno piensa que el riesgo del volcán se compensa con su belleza. “Es muy bonito, y es muy poco conocido, sobre todo, para la actividad tan llamativa que tiene. El entrono… Colima, pequeñito, con sus palmeras y el volcán ahí, es como una postal”, explica Peral. Además, desde siempre ha marcado la cultura colimense, leyendas, explosiones,  exageraciones,  son parte de ellos, todo el mundo habla del volcán. “Está en la mente de la gente constantemente, porque lo tienes ahí, vas paseando por la ciudad y lo visualizas constantemente  y además en invierno con el otro volcán (El Nevado de Colima) que en ocasiones se cubre de nieve, es espectacular”.
Está situado a unos 30 km al norte de la ciudad de Colima, dentro del complejo volcánico de Colima, que comprende dos volcanes, el nevado de Colima, que es inactivo y el volcán de fuego. En los días despejados es impresionante ver los dos volcanes en fila, mirando a la ciudad.
Y si el volcán implica un riesgo, hay que advertir que no es el único: El estado  de Colima tiene “todos los riesgos geológicos y meteorológicos posibles”. En Colima está muy presente el riesgo sísmico, ha habido grandes terremotos como el del 2003 de 7.6 en la escala Richter. Además entran tormentas tropicales y huracanes por el pacifico. Necesariamente, en Colima la gente vive más consciente de los riesgos que se escapan de las manos del hombre.
fotografía: Juan José Peral Lozano

11/21/2009

Colima es historia

Menos de cinco minutos desde Colima y estamos en El Chanal, una zona arqueológica que se encuentra ubicado a 6 km al norte de la ciudad. Allí se puede contemplar parte de la magia prehispánica, postrada sobre un jardín bien cuidadito y bañado por el sol.

La primera impresión al entrar en el recinto es de que los responsables y expertos en el tema han llevado a cabo un trabajo cuidadoso y respetuoso hacía las antiguas culturas y sociedades humanas que habitaron esta región del Occidente de Mèxico.

Los restos precolombinos del Chanal, son resultado de las exploraciones realizadas en 1945 por el profesor Aniceto Castellanos, primera intervención que se vio truncada y continuó con el proyecto formal de investigación generado por el Instituto Nacional de Antropologìa e Historia.

El solo hecho de pararse en los patios del Chanal, te impulsa a echar a volar la imaginación pensando en los escenarios naturales que proveían al hombre antiguo de los recursos necesarios para poder establecer sus asentamientos (entre el 1100 y 1400 d.C.) viviendo en asociación continua con la naturaleza en un pequeño valle que se encuentra custodiado por el gran Volcán de Fuego.


La cosmovisión mesoamericana se basaba en deidades que simbolizaban a elementos naturales propios de sus entorno y de su realidad, tal es el caso del sol y el agua, elementos por más representados en el lugar.

En el Chanal los espacios ceremoniales se aprecian con una clara distribución que muestra una organización social compleja y la importancia de la religión como elemento socializador es sorprendente: la veneración a los dioses pone de manifiesto la necesidad del hombre, desde sus comienzos, de buscar una explicación a todo aquello que se escapa del racionamiento; y mediante sus ritos (sacrificios, ofrendas de sangre, autosacrificio…) comprendían la dualidad del ciclo vital: que no hay vida sin muerte, ni muerte sin vida.

Uno de los actos socializadores era el juego de pelota, que a su vez estaba directamente relacionado con las ceremonias religiosas, de hecho, el juego tenía un carácter fundamental para el devenir del mundo: “En la cancha se culminaban batallas en la que contendían las deidades que se enfrentaban día tras día y permitían el reinado del día y la de noche”.

El día y la noche tienen su plaza, muestra de los magníficos espacios ceremoniales de los que disponían los pobladores del Chanal. Encontramos también la plaza del tiempo, para uso exclusivo para los señores principales y donde se ubican las estructuras más importantes del espacio ceremonial. Estos elementos son por una parte, una estructura piramidal de tres cuerpos que tuvo una escalinata con gradas jeroglíficas. Y la segunda estructura muestra en su parte superior un amplio pórtico delimitado por cuatro columnas.

Según los estudiosos del sitio, El Chanal, llego a tener contactos con las sociedades asentadas en el altiplano central de Mèxico, posiblemente mediante un sistema de comercio que permitía la importación y exportación de mercancías tangibles e ideológicas.

11/14/2009

Los colimotas circenses


Colima tiene fama de ser una ciudad misteriosa y lo cierto es que cada vez me sorprenden más los tesoros que esconde.

La feria de Todos los Santos me ha servido para descubrir la compañía de circo Ángeles de la Calle. Gitanos, malabaristas, músicos y Don Quijote montando en un caballo gigante animaban las abarrotadas calles de la feria; se me hizo simpática la actuación y les seguí el rastro para saber el origen del grupito de actores. Así, llegué a Tonatiuh Morales, artista circense y director de la compañía.
La compañía Ángeles de la Calle nació en el 2002 como proyecto de colaboración entre Quebec y México para realizar talleres, cursos, espectáculos… en ambos países, lo que les permitió estar en más de 30 proyectos y grandes festivales, tanto en México como en Canadá, entre los cuales destaca el Montreal en Lumière.

En el 2005, el proyecto continuó pero solo con artistas Mexicanos, “queriendo demostrar que el talento de los artistas de este país puede tener la misma calidad que los de Canadá, lo cual no se cree, pero lo cierto es que tenemos muchos artistas que están entre los mejores del mundo”, afirma Morales.
En ese mismo año, Morales impulsa la creación del Centro de Artes Escénicas y Circo Contemporáneo en Colima (primera escuela oficial de circo contemporáneo en el país, actualmente hay orto en Puebla) y Ángeles de la calle en la compañía oficial.
El trabajo de la escuela se divide en cuatro rubros: formación, creación, producción y actuación y es un modelo de enseñanza que abarca tareas multidisciplinares: desde el diseño y realización de escenarios y vestuarios, hasta la producción talleres, espectáculos, artes plásticas y videos.

Como explica Morales, el movimiento del circo nuevo se basa en la incorporación de todo tipo de artes a la actividad circense tradicional. Por eso, diseñó un programa de cuatro años que engloba todas las vertientes del arte escénico “un tipo de formación que no se da casi en ninguna escuela del mundo” .

Es fácil imaginarse la calidad del proyecto de este artista, conociendo su experiencia y ganas de trabajar: después de estudiar la carrera de comunicación y de teatro y pantomima en México pasó dos años en Europa y ocho en Canadá estudiando circo, donde fue miembro de la primera generación del Cirque du Soleil. En los 33 años que lleva en el mundo del circo, ha formado parte de las mejores escuelas de circo del mundo, como el de Montreal o la Escuela Nacional de Circo de Cuba.
Actualmente son 10 los miembros de la compañía, un grupo joven y talentoso que espero alcancen el mérito que se merecen.


11/04/2009

Día de los muertos 1ER POST


No es un tópico, en México festejan el día de los muertos y como se atreven a decir algunos “se ríen de la muerte”.

No es precisamente risa lo que me dio paseando a media noche por el panteón, pero según  Ramón López Montes, licenciado en  arqueología funeraria, "Para los mexicanos el día de los muertos es una fiesta, para celebrar que  los difuntos regresan para convivir con sus familias".

La fiesta es una unión de los dos planos, vida y muerte  en un día especifico del año, "con colores, con sabores y aromas". El altar de muertos es el templo que crea cada familia  el punto de encuentro de vivos y muertos.

Aquí, el llanto es para el entierro, el dolor se siente en la separación, pero el 2 de noviembre, el día en el que los muertos se réunen con sus familias, se rinde homenaje a los difuntos con todo el amor y el respeto, mariachis, comida y alegría.

En los lugares donde la tradición está más enraízada, coma pasa en la isala de Janitzio (Michoacán) los familiares pasan la noche del 2 en el cementerio, con sus altares dedicados a los difuntos con sus comidas y bebidas favoritas,  flores, velas y canciones.Y aunque en Colima la costumbre no sea tan pintoresca, la luna llena dibujo una noche bastante especial en el panteón de la ciudad.

¡Qué viva México!, proyecto fílmico de Seguéi Eisenstein, es uno de los documentos más recomendables  para observar diversas tradiciones mexicanas, así como las distintas visiones que tienen los mexicanos en torno a la muerte; ya que, más allá del 2 de noviembre, en México la muerte se percibe con más naturalidad, incluso me atrevería a decir que está más presente, al menos en o que se refiere a las leyendas de apariciones, creencias de ángeles, espírirtus y duendes.

Escucha más sobre este tema (Ramón López Montes, licenciado en  arqueología funeraria)